domingo, 18 de octubre de 2009

Ebrio...

Son los actos inexplicables los que se funden en la orilla de la botella, que se pierden en tu frontera de la razón y el placer. Intermitentes entre tu boca y mis costas, a pausas de tiempo encontrado sin querer. Es la mezcla de la mar y la copa, el vino y tu ser. Bebámonos la vida esta noche, bebámonos de un sólo trago hasta la conciencia perder.

Miraba por la ventana, entre el frío y las distancias, sigue enfriando la noche entera, sigue cayendo la penumbra en mi nariz, sigue extrañando mi cama tu figura, sigo pensando en corregir mis errores, continuo con la mano en la copa, y la otra haciendo de abrigo contra la habitación. Aspirando la pesada noche y embriagándome de los recuerdos, bebámonos la vida entera, de un sólo trago... hasta la última consecuencia, hasta el último momento.

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