miércoles, 29 de octubre de 2008

De esas mañanas...

De mañanas frías, de esas que duelen en el huesito de la mano, de esas que provocan abrazos y repegarse. De echar humito, aliento tibio que deja detrás de si el suspiro. De esas mañanas donde la carne se pone cruda y descubierta a pesar de las capas, bufandas o abrigos.

En una de esas mañanas me reencontre con tus meses cumplidos y volví a verificar que sigues sin fecha de caducidad. Sigues siendo inoxidable, inolvidable, y la perfecta aliada de una vida de felicidad.

De esas mañanas donde me frotan tus manos, eres el mejor manto y lo que hace bello el estar a tan pocos grados. Quiero más de esas mañanas donde despierto a tu lado.

lunes, 27 de octubre de 2008

A media luz...

A media luz, a media noche escribo. A oscuras para hacerlo a tientas, confundir miradas con tu boca, las palabras fundir en el beso y matar el silencio entre las sábanas y el fuego.

Querer acariciar el cielo en tu piel y saborear de tu miel, terrones en roca.

Te escribo entre sueños, acariciando tu recuerdo, el tatuaje en mi alma de tu rostro, la belleza desnuda de la nada recargada, boca abajo contra la almohada.

A media luz en busca de tu cuerpo, a media noche te abrazo en el mundo vacío y sugiero tu espacio entre mis besos.

jueves, 23 de octubre de 2008

Quedaté...

No te pierdas en la noche. No te alejes de la vida en busca de un quiensabe.Quieta en la cabeza, enterrada en cada escondite de la aldea de mi conciencia. Deja que la noche pase, que el viento mezcle los olores y disfrace tu rastro.

No te vayas con los pies llenos de lodo; disfraza tu presencia entre cabellos y recuerdos cortos. Hagamos de tu presencia la necesidad del aire y el vino, quedaté en el camino de mi memoria, y sé parte de mi, aunque parte de ti ya no lo quiera.

Quédate, no olvides que fuimos, que somos, que seremos, siempre uno parte del otro.

miércoles, 15 de octubre de 2008

...en la barra iluminada

En la barra iluminada, por las sombras de la duda, por la carencia de esperanza, se atraviesa mi mirada con un vodka, o alguna otra bebida larga. Es de esperarse que ya no espere tu llegada, que me olvide de las notas, los acordes. Es de esperarse que el pecho triste, en cada trago, se ahogue y se ahogue.

Y cada vez más se acerca más la extraña, la mano sudorosa de otro beso que la mirada empaña. De etílico amor se conserva la noche, que al calor de un bar dormita la razón.

De memorias y penumbras quedan los hielos y el vaso. De sabor a whiskey y a un puñado de licor. Todo bien seria llanto, de no ser por el destino que me pone a disposición de tanto alcohol.

domingo, 5 de octubre de 2008

la excepción del karma...

La excepción del karma.

Cada caricia, roce, toque, susurro, o simple besó. Cada segundo que pasé por ello. Toda obra que tiene por templo, el silencio enmarcado por el calor de tu cuerpo. Repasando las sábanas desacostumbradas a tu aroma. Memorizando las sombras de tus curvas bajo la luz de tu alma encobijada.

Cada centímetro de piel, rastro de saliva, y aroma a inmortalidad. Cada sensación, cada segundo inmortal, obtenido de tu cuello. Susurrando entre sueños el sentimiento del que aún hablan nuestros dedos.

Y entre las nubes y los sueños, entre los cielos e infiernos; tu cuerpo es acto puro, más allá de lo malo o lo bueno. Ahora eres el destino hecho deseo. Eres la excepción del karma, y actúo bajo los más simples y complejos sentimientos. Déjame abrazarte y acurrucarme en lo eterno.