sábado, 27 de diciembre de 2008

Cansado...

Cansado de la desintoxicación involuntaria que acarrea el no encontrarte, del torcer el cuello de las hojas entre mis manos desesperadas, del intentar beberte en cada trago de agua y no saciar mi sed.

Te escribo con la más plena intención de hacer señales de humo, de llamar tu atención. Describo cada letra como la última y la primera, sigo encantado soñando con el primer beso, con el primer chispazo que no puede negarse sin dudarse.

Quiero que prestes memoria, a la atención adecuada, a verte sonreír, a dormir desvelada; a las caricias, a las mordidas, a la vida misma comiendo de nuestras palmas. A cerrar el mundo en un cuarto, donde nada existe más allá de tus brazos, de tu boca, y de los buenos momentos sin hablarnos.

Cansado de la desintoxicación no deseada por tus distancias mentales, que perturban mis noches, que alimentan mis plumas y sus sueños fugaces. Quiero recuerdes lo bueno, hagámoslo eterno y aprendamos de los males; robemos al tiempo segundos, a tu sonrisa momentos, a mi alma intentos y al cariño que te tengo... paciencia, como la del que vacía en gotero los mares.

sábado, 20 de diciembre de 2008

En la playa...

Con las manos alargadas en tus playas finas, y tus caricias costeñas, aletargo la piel medio dormida que recarga su desidia en mi pecho, y espero que el tiempo funda tu arena con mi piel.

Ahora que sé que las olas reclaman tu destino, y el precio costará el sueño de lo divino, me arriesgo a traspasar terrenos perdidos, peleados por las corrientes que no saben cuando detenerse. Peleo con la única intención de que todo no se acabe, todo no muera y se entregue lo vivido.

Cada segundo una lucha, cada pelea una vida, y cada batalla una lección. El vino, la música de tu voz en mis oídos. Busco incesante la lección de tus labios y la muerte que me asecha si continuo siguiendo tus pasos.

Fantaseando...

En el pecho la alarma repiqueteante del buscarte. Agitada la ansia del lograrlo, del besarte. Hace tiempo que el tiempo no se detiene, y dentro del mismo cuarto se escribe el recuerdo que me resguarda tu mirada a media luz.

Pero encuentro peligrosa la sentencia del seguir. Rozando la perdida de la cordura por el miedo, tu ropa se destiñe por deseos, y mis manos alimentan, urgidas, la sincera urgencia de tus besos.

Fluye la marea de aromas insasiables, del mundo detenido unos segundos en espectativa del chispazo que nace de tu boca y la mía.

Así nacen las galaxias, así se crean los universos. Con una sola fuerza colapsando en el espacio entre dos alientos separados, que pensaban ser individuos lejanos, reencontrandose en el segundo exacto que se crea la vida. Así nacen las fantasías y comienzan a morirse en mi pecho las ganas de sentirme divino cuando me acerco a tu cuerpo y me detengo.

Así creo que se siente atraverse a olvidarse de los límites, así imagino que es tenerte sin resguardos.

Transparente...

Soy transparente de manos y pies, los actos puros parecen ser los designios de los malo que pasa a traves del tiempo, del deseo o de mi entender.Soy turbio en el resto de pensamientos y ventanas de mi ser. El orgullo que me arrulla cuando pienso, atravesando tu sol interno, entre mis almohadas que saben la verdad. Tengo el calor para seguir con el motor del sueño encendido, tengo las ganas de soñar el tiempo perdido del saber hacer, del morir por ver, y de extrañarte sin decir por qué.

Te tengo en la piel, entre los poros y el vino en mis venas escurrido. Nunca he tenido el vació que alguien llena, soy la nada abierta, en busca de principios y final.

Soy el vicio y la virtud hecha carne, teniendo a excusa de materia mi cuerpo sin entender; que no planea, que no entiende, que dice aprende, que dice miente, que te extraña sin recordarte.

Soy cacofonia de lo vivido, del error pasado matando el presente afable. Quiero romper el habito de la disculpa, del corregir, quiero avanzar, quiero morir entre tus brazos, quiero romper con el día y tener el alba en tu piel a medio día... Quiero atardecer y lograrlo donde comienza tu barbilla.

sábado, 13 de diciembre de 2008

Dormitando a media sala...

Partiendo la vida en dos, desde el antes y desde hoy. Sacando las estrellas a pasear en firmamentos que no caben en la sala, que se pierden de esperas y se clavan en los techos. Con la mirada en la nada atorada y la memoria siempre en ti, siempre con la cabeza agachada.

Y te veo de reojo, distante y altiva, lamentando que no se lamenta lo que se quiere entre las tardes y los sueños. Distante mi cabeza vaga, entre recuerdos y calles añejas, que tienden a confundir al más ubicado. El mapa mental queda confundido por las ganas de continuar.

Y continuar en qué; un qué, que no entiende de razones o fines, que te quiere entre pasiones y la suma de tu manos y sus ruidos... Ya no tengo voz para decir, por eso vengo y te lo describo.

Por eso tengo el corazón reactivo, no tengo el tiempo para decir que me sobra lo vivido, así que corro y lo intensifico. Quiero poder medir, lo que se lamenta entre el beso y el precipicio. Viendo el techo y la nada, se apaga la luz de tu mirada entre el recuerdo y la Luna llena plasmada en el foco de media sala.

Así que lo confundo, todo lo mezclo y lo sumo. El firmamento, la sala, tu cuerpo, la memoria, tu aroma y algo de vino. Quisiera poder decir que no quiero quererte como te necesito, quisiera supieras eres una luz en mi camino... o alguien encendió la luz en el pasillo.