martes, 5 de enero de 2010

Todo empieza así...

Con un chispazo, una luz, tú piel y el cristal; con el olvido, el olvidar y el ayer, como pertenencias que se ponen en el bolsillo, en la maleta de un gran viaje a comenzar.

Vistiendo el deseo de nuevos horizontes, mochila al hombro, imagenes mentales de playas y paraísos. Todo comienza así... Con el aire turbado por lo natural y el calor del Sol, me sé lejos de la ciudad, me sé lejos de toda ciencia, fé o explicación.

Me siento ligero, con largas carreteras, estrellas, planetas, comidas, cenas, caminatas, carreras, vuelos... todo por delante, con tus manos enlazadas a las mías, con la decisión de que el mundo se nos viene en gana...