martes, 27 de mayo de 2008

Desayuno...

De la manga recogida me veo buscando ases, de entre las manos lentas y furtivas te alcanza mi tacto donde comienza a llamarse espalda. Recorre la mirada lo que queda de luz sobre tu piel, buscando siempre la hoguera de almas en tu ser.

Clarea el día y la idea, la paz de la mañana invade la tundra de tu cama. Tu abrazo es lo único que el hambre mata, y lo mata en asfixia de calor y sofoca de aromas tentadores. Es sin más un festín que no es comida, y un desayuno quema calorías.

... Borracho

Últimamente he perdido mi capacidad de sorpresa, la perdí en el último vaso de cerveza, me dí cuenta al ver que llegabas a la mesa, llegabas solita rogando después de haberme pedido nunca llamar.

Yo bebía observándote al fondo del tarro, jugando a ningún hueso de limón pasar; jugando a verte llorar o confundirme con las gotas que escurren en el vidrio del vaso con la sal.

Perdí mi capacidad de sonrisa, se me fué con la sorpresa de saber, que otra vez estaba confundido por beber; la mesera no rogaba ni lloraba, sólo trae la cuenta en espera del pago poder realizar.

lunes, 26 de mayo de 2008

...comprando tiempo

Con las manos contando centavos, recorro las bolsas del pantalón viejo, encargado de no fallarme a la hora de echar a volar. Entretenido entre pelusa y papelitos, separando cuidadoso la moneda del dulce y la tela. Quiero seguir pensando, quiero seguir comprando tiempo, tiempo para pensar; pagándole a la otra mano para volver a empezar.

miércoles, 21 de mayo de 2008

"cuidado con lo que deseas..."

Deseo el arte del recuerdo pulido en mi intento del asesinato de la rutina; y las heridas supurantes que ayudan a levantar el ánimo de rascar la costra.

Deseo un disparo callado en la sien, que susurre y lengüete las memorias que recuenten lo vivido al volver a encontrarme. Así quiero mis últimas penas, dolores, tragedias; que vengan de las que no sorprenden las arterias. Quiero el reto de olvido perder, perderlo todo frente al tiempo tibio, limpiador y sanador.

Todo lo que queda del sudor, la adrenalina que viene del pasado, TODO, quiero limpiarlo: de la sala, cocina, techo, y paredes, con sosa quiero amagar las manchas y el olor que marea a cualquiera no acostumbrado al metro y sus suicidios. Quiero limpiar la sangre de las baldozas y alfombras con agua tibia y soda.

lunes, 12 de mayo de 2008

La dureza del saber

Mi mundo en inanición, la carne cada vez más seca, más curtida por el sol y el tiempo de historias viejas y cuentos de sombras bajo el rayo de tu voz a medio dormir. Poniendo duro el abdomen, ya medio cansado y flacido, de espera sentada, de caminata vaga con los hombros al suelo y la mirada empañada.

Las manos dolorosas de recuerdos que se escapan por falta de fuerza en el agarre, de entre los dedos los días y los viajes. Respirando con dificultad la espesa nata de quimicos que aún contiene aire y un poco de ti.

Recordando vago y sin querer alguno que otro momento, alguna que otra frase, que con eco sollozan en algun rincón oscuro de la casa que no fue hogar. Así se seca poco a poco la vida atravesada de un cable a medio día, con la intención de renovar la prenda, retomar las rienda, y un poco a poco cambiar.

La dureza del saber que el sol sólo quema, la memoria sólo se borra, y las fuerzas no vuelven sin razón. La dureza del saber que no hay cambios, sólo muertes. La dureza del adiós, y saber que no vuelves.