lunes, 16 de abril de 2007

Muse... el 2007 el mejor concierto del año, hasta abril.

Comencé a buscar como diablos comenzar está nueva emisión de mi no tan famoso, y más bien audienciaLESS blog.

Así que comenzaré por eliminar lo que seguramente ya leiste en todas partes: Sí, sí había montones de revendedores. Sí, sí empezó retarde el concierto en JUEVES, y cientos de otras chunches que a manera de remenbransa cualquier escritorcito revisteño se propone propagar como ciegas verdades.

Pero no indaguemos en esos detalles.

Penetremos de lleno y sin preambulos delicados en la pieza:

Bajo un efecto borreguesco, la manada quedaba acarreada en los finos pasillos del transporte colectivo, o imitando ganado, llevaban a los automovilistas al corral, que por una No módica cantidad se dejaban amontonar sin ton ni son.

Yo viaje, por decisión propia en el primer grupo. Al llegar después de un sin fin de: lesobranquierenboletoschavo, esquivando a cuanto animal se me cruzaba, y después de reconocer a unos cuantos y aderirlos al comboy rockeralternativo, llegamos a la taquilla, partimos nuestro ticket y pase al ya tan esperado momento del primer acorde.

Y ahí fue, después de una espera razonable, cuando comenzó el griterío. Eran ellos, subiendo al escenario con una agilidad totalmente humana, una apariencia desgarradoramente común (en coyoacan donde se ven muchos europeitos pelos jocosos), y tomaron sus equipos cargados con alta tecnología y comenzarón.

La primera escala, si bien emocionante por ser la primera, no causo graan elogío entre el público medianamente conocedor, alias la mayoría. Take a Bow. Bastante no de mis favoritas si me preguntan, pero como no lo han hecho así mantengo el comentario.

Poco a poco la fiebre de querer más, de quererlo ahora, de querer arrancarles el alma y el corazón nos invadía, con sus estresantes coros en Hysteria. Pero Dios Bendiga a los aplausos en el primer solo de guitarra que aventuro el vocalista, ya que su saturado ambiente dejaba más bien la sensación de que teníamos que ser más fans de lo que creíamos para soportar el concierto en esos decibeles, y sólo una ola de aplausos, logró conectar a la siguiente parada.

Super Massive Black Holes... qué decir. Una hermosa ejecución de ribs de guitarra, con solos que dejan ganoso. Una prendidez de rola, y la gente poco a poquito otorgando terreno... Si el público fuera colegiala, era el momento de fuera el sweater y hola a las mordidas de cuello.

Butterflies and hurracaines... consiguío abrir el bra, morderle un labio, y cuidadosamente retirar la propia chamarra.

Map of the problematic, y assasin, fueron meros besos de noviosrespetuosos manitasudadas. El calor iba cuesta abajo, por el ,a mi sentir, exceso de confianza en que la audiencia era tan tan seguidora de la banda. Erased y Hoodo, de no ser por sus básicos estallidos, y sus fieles, que eran varios miles, no hay por que dejarlos a un lado, hubieran terminado la citaa en un beso lindo en la boca.

Pero o glorioso regreso: Feeling Good, un par de palabras al público, y la blusa fuera. Sunburn le ha puesto una manoseada tan suave y salvaje a la vez que la entrega era voluntaria. Y ellos queman como el Sol, y NADIE los podía dejar de ver...

Starlight, time is running out y new born cerraron el primer bloque, donde no quedaba más que la decisión: Vas o no vas. La puerta del cuarto abierta, los dos a media ropa, media luz y un calor irreversible. Y con ese conjunto de rolas, los asistentes estaban jalando al cuarto a los únicos capaces de tomar las riendas en el asunto.

Soldiers poem, bien rescatada, era el preludio y aviso de que algo grande venía. Sonaba peligrosamente familiar, y aún así nuevo. la Música estaba haciendonos suyos, y era un amante delicado.

Invincible, vino a completar el trato romántico y hasta femenino con nuestros cuerpos angustiados por la necesidad de más, pero el ritmo era bueno.

Stockholm syndrome y city of delusion, vinieron a plantear otro esquema, la inteción era hacernos llegar y podía ser por las buenas o por las mejores. Decidieron el camino duro, y agresivo. Plug in Baby, electrizante... y perfecta, fue uniendonos más alla de lo esperado.

La orgía de voces era ensordecedora y los movimientos tanto pélvicos como brincos eran la más pura impresión de un extasís cercano. Las voces gritandos sus últimas notas, las luces destellantes en las pantallas, o por los ojos en blanco, estabamos a su merced, pero no queriamos se detuvieran.

Knights of cydonia, hizó lo propio, con un sucio truco para todo buen fan y el público anexo, nos comenzó a seducir colocando la letra de los coros en las pantallas. Que era la analogía de hablarnos sucio al oído, y tratarnos con fuerza. Eramos suyos.

Por tanto únimos voces, o lo que quedaba de ellas, fuimos uno solo, y 45 mil a la vez. Eramos unos puberes copulando con singular y desvergonzada alegría... Fuimos felices.

Después no hubo muchos abrazos, mucho menos caricias antes de caer rendidos. Más bien nos encendieron las luces, como al escuchar ruidos del auto del suegro estacionando. Y cual descarados salimos lentos, sin voz, y extasiados, a nuestros autos, taxis, camiones, vagones de metro, o simplemente a la calle a vagar.