domingo, 30 de agosto de 2009

Cambio...

Cambié los muebles de lugar un primero de septiembre, fuí a dormir, y al despertar estaban donde siempre. Por que acostumbro no cambiar, lo intento, lo quiero y lo logró en mi día a día... sólo para darme cuenta que regreso al mismo lugar.

Y es que es septiembre es mi mes más sano y más cruel; quien me lo iba a negar. Parece cercano mi recomienzo, mi refinal, mi plan de vida consiste llegar en despertar al próximo día.

Pero nada me vencerá, nada parece poder detener la suerte de aquellos que tienen sus objetivos claros, los míos se resumen en sobrevivir a mis propios actos. Cambié mi corazón de lugar, fui a dormir y de nuevo al despertar estaba donde siempre.

Recogí la carga, el arma y todo lo volví a encerrar. Estoy casi seguro que hay cosas destinadas a no cambiar. También estoy seguro que hay gente destinada a desafiar su naturaleza, su propia meta, su propio hogar.

martes, 25 de agosto de 2009

Robotomonía...

Sale la casa corriendo, tropieza consigo mismo y cae, sin dar tiempo a detener el golpe con las manos. Un diente cae y el dueño se percata de algún artefacto, parecido a un chip, justo en en el centro.

Extrañado, revisa con la mano cada diente, hasta encontrar el espacio, premolar izquierdo superior, y al tocar el lugar ligeramente ensagrentado le da una descarga eléctrica.

Mientras se levanta, analizando aún el dientechip, escupe un par de veces. Sorprendido lleva el diente a su lugar de origen y presiona hasta clavarlo de regreso en el lugar que le debiera corresponder. Saca su celular y marca, contestan y el comenta: << No sabes lo que me acaba de pasar... sí rarísimo... Me fui de boca y sangro... sí sangro... sí ya voy para el trabajo, bye>>

lunes, 24 de agosto de 2009

estrella errante...

Andando de estrella errante, que se evapora entre sueños y despertares alterados, medias madrugadas y bastantes malas copas. Serán aquellos cielos despejados que nos dejen ver de nuevo algunas que otras ideas, representadas en puntitos sin sentido pero tristes y lejanos, que nos recuerden lo pequeños y desesperados de nuestros actos, de nuestros discursos en vano.

Y el cielo negro, profundo y hostil, refleja en su mirada la nada que acompaña la historia de quien se inventa un pasado y pretende varios futuros. Contesta sin ganas de hacerlo, que no hay quien llegué tan lejos sino es para seguir.

Con la cáscara crujiente pisada por las ideas, se refresca la noche y caen las nubes pesadas en la vista. Es de noche y siento el sueño despejarse al despertar la madrugada, hay Luna llena y no encuentro mejor Sol en esta perturbadora alba.

If there is a god...

Si es que hay un Dios espero que vea que me esfuerzo, que he mejorado en mis intentos, que le guste lo que escribo y que sea fan de los Stones. Que perdone mis fallos, que de verdad no sea omnipresente pero sepa escuchar...

Si es que hay un Dios, quiero que no olvide poner las cosas en la balanza, que se acuerde de los malos momentos y no juzgue sin contextos.

Si es que hay un Dios, sé que no le caigo tan mal, que le gusta lo que ve, y que tal vez sonría de vez en vez al escucharme bromear sobre él.

domingo, 23 de agosto de 2009

...ayer

Curando esa curiosidad malsana del ayer, se dedica el día a espulgar la memoria y escaparse de sin sentidos y callejones sin salida con un sólo trago de vino.

"Y si te digo qué te necesito"; piensa mientras escurren hilitos de sangre desde el dedo equivocado, entrando en el pecho maltratado, señalando lo que se nos dijo una y otra vez: "háblame de ti sin mencionar tu ayer"

Y desayunando el dolor ajeno, mordiendo alguna costilla te sonríe y lees su mente "puedes proponer no olvidarnos, sé que no es necesario".

Se le da el último trago al elixir de vida, a la sangre de tierra y se propone dejarse ir, dejar de limpiar heridas ya cerradas, de comerse en la otra boca, dejar al caníbal otro día para comer.

lunes, 10 de agosto de 2009

Lo mismo...

Te cambias de camisa, de ropa, de tinte de cabello, de pareja, de letra, de tarjetas de presentación, de vez en vez de calendario o de canción. Adorable sería el quedarse quieto unos segundo adorando sin sentido los días que pasan de uno en uno amontonándose en el olvido.

Y escuchas líneas de amor en cada canción, en cada envoltura de golosina, en cada diario que lees. Buscas en el horóscopo alguna salida a esta depresión de los días al vacío, y sólo dejas que todo siga porque: "hoy será un gran día" dice el adolescente que inventa que lee los astros, y tú le quieres creer.

Te diluyes en el mar de gente que lleva tu rumbo pero no tus causas. Te pierdes en el sinsentido del caos que amerita planificación diaria. Te pierdes a diario en tu camino, en tu tiempo en tu vida. Y pierdes el mapa de toda cordura incluso sobre el tópico de perder la cabeza.

Te sientes ajeno y vivo sólo cuando no respiras y te tragas las mismas premisas que te atan y reprimen. No haces lo que quieres hacer, no trabajas para tus propios fines, no planeas por tus propios intereses, en resumen no eres quien quieres ser, y en silencio defraudas a tu niño interno.

¿Qué harás hoy?, si contestas que lo mismo que ayer: No me vuelvas a hablar.

domingo, 9 de agosto de 2009

La banca...

En la banca de un parque alejado de la memoria de llegada, se alegra la tarde entre murmullos y zumbidos animales, insectosos para ser más preciso. Se ven en el metal forjado más de una goma de mascar procesada, y se jura que las mismas advierten haber sido testigo de la escena un par de miles de veces: Persona esperando a otra persona, practicando discurso que no recordará en tiempo, sentido ni forma.

Con las manos a medio sudar, el pantalón cansado de ser estrujado y usado como toalla se queja en voz baja, mientras él balbucea palabras de amor y declaraciones de olvido, de eternidad y distancias. Se cuenta bromas a si mismo y se sonríe mientras se le escapa alguna mirada realmente triste al vacío.

El agua encharcada a unos metros de él hace ondas mientras le cae el alba, se detiene el reloj de arena que es su estómago y registra con la mirada todas las zonas de acceso a ese punto... Ella no aparece y él sigue sintiendo que se le acaba el tiempo, que se le detiene el corazón y el vacío del estómago no es hambre... él sigue sintiendo que algo no va bien y se le está quebrando la voz.

La luz artificial se hace presente en la cima de un largo metal. Él se ha cansado de cansarse, se impacienta de querer ser impaciente y le rehúye a la idea del preabandono. El sollozo se le escapa sin querer, como a quien se le escapa el aire después de aguantar la respiración demasiado tiempo, cae de nuevo al asiento que con un tono verdoso de "te lo dije" y de escena repetida permanece inmóvil, frío y francamente incómodo.

No hay grandes despedidas, nunca hubo encuentro. No hay grandes discursos y sonrisas enmacarcadas por lágrimas y buenos deseos. Él se levanta y comienza a caminar al ritmo de algunos grillos perdidos en la ciudad, que tararean canciones para dormir automóviles inquietos en el semáforo más cercano. Y con esa tonada se pierde entre las sombras de algún parque, de alguna ciudad, de algún país donde la gente se olvida a si misma por querer encontrarse en los demás y se cansa de sollozar mientras esperan a alguien a quien jamás citaron. Alguno de esos países tristes de gente sin valor que deja que las bancas sean saturadas con la repetición de la misma escena, pobre bancas.

lunes, 3 de agosto de 2009

Todo luce bien...

Todo luce bien. No ha parado de llover, no he dejado de perder, el viento silva nombres y empuja hojas y sentimientos una y otra vez. Tú sigues conmigo, a un lado, a mi derecha, sin merecerlo tal vez; de verdad todo luce bien.

Te he visto vestida de libertad, bailando en tu pasear, a media calle, a media tarde, has derrochado esencia y aún así me dejas compartirla. Tu cabello retorcido, tus ideas similares, me roban sonrisas, momentos y borran malos ratos.

Todo luce bien. Nada sigue igual, todo tiende a salir mal, todo parece perdonar. El trabajo nunca va bien en realidad, las tardes son largas y tiendo al drama y a sobreactuar. Pero todo irá bien, todo luce encaminado, todo luce debidamente desalineado.

domingo, 2 de agosto de 2009

Sigo...

Sigo sin poder dormir, tal vez sea por el miedo a despertar. He sido de los pocos que conozco que me sorprenden de verdad, actuando poco planeado y todo en contra de una buena voluntad o conciencia de mis actos.

Sigo sin poder decir, que tal vez sea por ti, que no estás cerca de mi. Y debo de confesar, que me sorprendo ignorando tu advertencia de no saber hasta donde llegar. Y también he de señalar, que sigues siendo por mucho el mejor sueño que ha tenido entre insomnios y malos ratos, entre estar despierto y alerta de los sonidos de mi cuarto callado.

Y con un ojo dormido y el otro intrigado, recuesto la mano al colchón, tocando donde te recuerdo dormitando. Sigo sin poder dormir, tal vez sea por el miedo a despertar... otra vez sin ti a mi lado.

Por ti...

Trabajaré sin contrato, sabré sobrevivir, aprenderé a recorrer las calles fingiendo que no hay más gente. Lavaré mis pecados, inclinaré mi balanza, agendaré un pueblo entero en fila para votar por ti.

Tal vez alguien piense diferente, pues si esto no es suficiente hagamos lista de diligencias y demencias que sin dudarlo haré por ti.

Por ti, no dudare de mí, de mi pecho, del destino y de la luz que nos alumbra en las madrugadas. Por ti, haré de las distancias tiempo ajeno, que no responda a malos tratos. Por ti, trataré de ser la mejor versión de mi propia buena parte. Por ti prometo nada cambiarte.

Al calor...

Al calor de un mal ron, de la humedad: las noches duraban segundos y yo con ganas de descansar. Yo me acordé de ti, parece que hace más de un mes, del tren, del vaivén. Pareciera que mi sudor me recuerda a ti.

Mis besos duraban siglos, todo luce igual: en caos. Todo luce cual lo dejamos arrastrar, confundido entre vientos mientras quedabas viendo por las persianas, espiando las calles en busca de algo más, como si fuera la primera de cientos más.

Espiando razones que guardo en mi cama para el día en que olvide que estoy vivo. Y pareciera que el calor recorriera la ciudad entera, el cuarto, el pasillo, la calma y la memoria; en busca de que te encuentre en alguna letra, en algún rincón de mi almohada.

Al calor de una larga madrugada, buscándote a mi lado en esta cama que me recuerda que no estás conmigo. Te busco entre sonrisas mientras abrazó el vacío que me recuerda que a tu lado soy quien no busca actuar, te busco a medio dormir con el fin de que regreses a mi lado, en mi cama, en tu mirada. Al menos en algún sueño de fiebre quiero estar contigo.