domingo, 28 de junio de 2009

Cuidado con la letra pequeña...

No te me acerques si no vas a cumplir tus promesas, no cometas la incrédula diligencia de buscarme entre barro y arena; quiero llevarte conmigo y no voy a ninguna parte. Quiero quedarme donde la gente sólo te cante. Te quiero desde mi pecho vacío, te quiero sin calma ni pena, te pido sólo un momento tranquilo para adorarte de pies a cabeza.

Cuidado con la letra pequeña que tiene mi pecho, prendido de fuego de un arma vieja o de luciérnaga perdida. Hagamos de contratos y de acuerdos unos simples harapos. Pusimos las cartas sobre la mesa: tengo mejor partida, pero quiero seguir jugando.

No soy tan fuerte, ni paciente. Porque no puedo seguir esperando, ni sólo contigo cargando. No te me acerques si no vas a cumplir tus tratos.

Me preocupa que me ocupe el tiempo perdido, que todo se vaya al olvido, que no sepas guardar un secreto, que todo quede en envase vacío. Quiero que me cumplas el quedarte conmigo, que me quieras con todo y mis sueños; que me dejes en toda tu vida, a lo largo de tus semanas y más alla de tus besos y caricias.

Quiero vivir en tu mente, luego perderme contigo; quiero no te preocupes, no te espante mi pasado sin brillo. He esperado tanto tiempo que di con lo inesperado, quiero saberte conmigo.

lunes, 15 de junio de 2009

A oscuras...

A oscuras, con intenciones similares recorro la idea de la precaria penumbra en mi cabeza confundida por tu aroma. A tientas te alcanzo inadvertida y degusto cada gota de piel con mis manos, que no desconfian de la vista, pero sólo fían el contacto y si este resulta eléctrico o calmado.

A oscuras te acaricio entre memorias y sonrisas, entre calores y deseos, entre mis brazos y tus besos.

jueves, 4 de junio de 2009

Muriendo...

Muriendo de ganas de decirte que todo estara bien. Que la tristeza sólo son imagenes en tu cabeza. Que la vida se te cae en pedazos, pero todo va a pasar.

Te extraño ahora, con la cabeza rota, la copa otro poco y las memorias evasivas entre mis letras y tu boca. Y todo avanza, se envejece, se nos muere, nos acercamos al adiós. Al simple final.

Muriendo de ganas de decirte que te extraño, que no hay espacios, que nunca me he ido, que me puedes ver sin odio y sin recores reprimidos. Quisiera tomarte de la mano, decirte no todo esta perdido, que cuando eso pase aún estaré allí.

Te extraño ahora, con el pecho de madera, la cabeza de bola de cristal.

Te extraño a tu derecha, a medio metro, a un cuarto, a toda una ciudad.

lunes, 1 de junio de 2009

Quiero regresar...

Me molesta el escribir del mal, de lo abundante en mis sensaciones depresivas y vacuidades degenerativas. Y de las pocas oportunidades que tenemos de ser felices dejarlas de lado, olvidarse de uno, y despedirse sin sentido de su espacio.

Quiero regresar a mi, donde me procuro y siento feliz, donde me la paso tan bien siendo yo que es inevitable el sonreír. Quiero regresar a mi, donde no soy definido por quien me rodea y lo que opinan, sino por la huella que dejo en sus vidas.

No quiero escribir otra oración seca, quiero divertirme en cada letra y recordarme en cada espacio. Quiero hacer de mi un nuevo texto, el libro de mi vida que comenzó hace años pero se había fraguado en los malos pasos. No soy ejemplo de nada, ni quisiera serlo. Hoy me escribo a mi, para recordarme que cada palabra me acerca a mi mejor estado.