lunes, 26 de octubre de 2009

... lleno de etcéteras

Tengo mi camino lleno de etcéteras, saturado de listas pendientes e historias sin moraleja alguna. Te tengo en mi camino, tengo mis manos que al tocarte: creen en los milagros.

Siempre al límite de un error, de la mala alineación astral, siempre a cuesta de una mala racha que fallece en tu sonrisa.

Si hemos hecho algo mal, mañana no importará; lo mismo da si me dejas volver a intentar. Hay días en los que preferiría robarte unos segundo más al despertar, al dormir, al volverte a tocar.

Yo pensaba en un regalo, gritaban las memorias atascándose en la punta de la lengua y aunque la boca se movió, NADA SONÓ. Pensé en callarme y disfrutar del viaje, pensé en seguir atento a las ventanillas. Atento al trayecto que acompañas sin saber, y al destino que nos pone en la misma carretera y me deja manejar sin siquiera el aliento contener.

Y ahora tengo mi camino lleno de etcéteras, saturado de listas pendientes, historias sin moralejas y una mujer hermosa por pareja. Seguro de que así nacieron las estrellas, que despistadas se escondieron tras las nubes y la Luna nueva. Seguro que así es morir feliz, con un ojo cerrado y la cabeza embriagada de tu piel.

Y hoy firmo mis palabras, que aun recuerdan tu voz, que se pierden en las distancias, que inflan mi pecho, me dan luz y calor. Hoy reafirmo nuestro pacto callado, de intentarlo mañana, de robarte sin armas, de colocarme a tu espera y en tu caza. Hoy doy gracias por ser tu pareja y de estar enamorado.

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