martes, 11 de diciembre de 2007

12 pasos...

Saludos...

Es complicado comenzar este post, por el sencillo hecho de que las palabras no fluyen.

Las últimas cosas que había publicado, si bien personales, y tristes intentos de liberación mental, tienen esa falta de alma, de ganas de contar.

O tal vez les sobran intenciones de ser leidos entre líneas, olvidando por supuesto, que raramente este blog es leido, y rematando con la supocisión de que alguien busca más alla de las oraciones sencillas.

El punto es el mismo, no he platicado con ustedes. Le ha faltado alma al blog, a mis escritos, y a mi propia manera de vivir.

Si bien Diciembre es un mes depresivo por su naturaleza de poca luz, es bien cierto que como ayuda extrañar algo.

Yo he entrado en una etapa de añoranza. Busqué en mi correo viejos mails, encontré sorpresa: correos de fiestas, de cariño, fotos felices...

Extraño todo aquello que era la vida.

Extraño a mis amigos, sus invitaciones, sus charlas. Extraño tener amig@s incondicionales.

Mis errores me alejaron. Mi incapacidad de pedir perdón, o el hecho de pedirlo demasiadas veces remato el acto.

Así que ya no esta entrelíneas.

Supongo que estas son mis patadas de ahogado en busca de redimirme.

En los 12 pasos para liberarte de las adicciones, los primeros tres son sobre la aceptación, el respeto y el perdón.

El problema es que a nadie importa ya mi avance, pero aquí va:

Acepto ser culpable de alejar aquellos a los que quiero.
Acepto ser un mal amigo.
Acepto ser un cobarde incapaz de pedir perdón a tiempo.
Acepto haber lastimado con mentiras a quien más me quiso.

Pido perdón, sincero y arrepentido, por lastimar, mentir, alejar, fallar, no ser quien necesitaba, por no estar a tiempo, por no tener las pelotas para enfrentar mis errores. Pido perdón, por que me arrepiento y hoy soy responsable de mis actos, por tanto acepto lo que ha pasado he intento corregirlo.

Respeto a aquellos que no quieran aceptar mis disculpas, las decisiones que tomen al respecto, y únicamente mis acciones marcaran pautas para la corrección de mi camino.

Respeto a los lectores que no quieran leer lloriqueos en el blog.

1 comentario:

pamquibec dijo...

Podrías convertir los 12 pasos en 12 uvas... Y así tener todo un año para redimirte a conciencia pura.

El perdón, la sinceridad y el arrepentimiento son uvas ya devoradas, masticadas hasta el cansancio, y deglutidas a pesar de lo incomodo que es tragar uvas atascadas de semillas.

Y aún así quedan 9, que sí eres inteligente, sabrás darles el valor determinado, el peso que necesitan y así entender la redención que te ofrecen.

Agradezco que reconozcas los 12 pasos y esperare ferviente el favor de las 12 uvas, rellenas de jugoso vino y por ende, rellenas de realidades envinadas.

Entonces, volveré a leer el alma… que aunque dudes, existen los que se detienen entre las palabras, escudriñan en los silencios, y se regocijan con lo no dicho en tus historias.