miércoles, 16 de febrero de 2011

Volveré a matar...

Volveré a matar...

Hay que tener cuidado, no siempre se puede controlar. Entre los choques y los destellos blancos, lejanas de los pasos de paciencia, las voces comienzas a ser colores, y hoy todo es navidad. De la esquizofrenia de los tiempos, hoy me siento el único normal; dejándome fluir en el caos de las caravanas perdidas y los destinos encontrados. Afilando el arma blanca en defensa o ataque preventivo, somos una fibra demasiado interna, seremos la diferencia del olvido y del no fue jamás.

Dependiendo de la decisión, será el disfrutar o seguir, el saborear u olvidar, cada quien sabe si escoge sus penas, o si se dejá escoger por ellas. Hoy parece surreal: huele a casa de alguien que no sabe ser hogar. Sabe a distancia y se escucha a corazón, saber que me gusta la vida y ya por la sangre tengo cierta afición.

Correra el tiempo, se nos caera el plato, seremos distintos sitios en los mismos campos. Tendrás que saber que: En esta espera he aprendido, que el camino termina donde la lengua comienza, y que no hay más retorno sin decisión. Hoy la vida da vueltas y el camino es claridad, el día a día tiene curvas y el pasado... se deja atrás.

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