jueves, 5 de agosto de 2010

Arrugas...

Hoy es momento de decir adiós, de lo que ya sabíamos; nos movemos más allá del sentimiento, de la creencia, y sugiere el esperar eterno. Donde los niños suelen ser crueles, los adultos creen ser mejores, y nadie sabe nada controlar.

Pero hay días en que se presiente, se huelen las notas en el aire de la tarde, que nos cae apaciguada, bajo la luna escasa y el sol comenzando descansar. Esos aromas que solíamos llamar casa, hoy son excusas para otro camino buscar. No me creo nada, que estemos tan lejos y los ruidos sean tan escasos. Que nos pensemos tan lejos y encontremos bajo lo que la tarde calla.

De vez en vez sonreiremos, recordando en las arrugas de los ojos las viejas miradas, las presentes sonrisas y los infinitos momentos, de universos que colapsan en sus propias historias; nos creeremos perfectos, al patear la siguiente piedra y continuar con la mirada clavada en el recuerdo que no vuelve y las calles que siguen siendo las mismas pero nos llevan a otro lugar.

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