miércoles, 9 de diciembre de 2009

Mamá....

Ha sido largo el camino; de interminables cuestas, pendientes y caídas. De trabajo, sudor y sacrificios. De cada segundo orgullo de ser el resultado. Hoy doy gracias por tu mínima paciencia y tu incansable espiritú, por tu autoritarismo, tu degradada percepción del audio y por la voz y sus decibeles que hacen tan tuya la casa.

Que grande es el destino y el eco de los pasos de quienes sienten con tu firmeza el hacer lo correcto.

Hace años aprendí que también te equivocas, desde siempre sé que eso no importa tanto. Cuando niño aprendí de ti lo necesario para el mundo, hace poco aprendí del mundo para entenderte.

Cada año jurabas llegar a los 40 y ya, luego a los 45 y ya, así hasta los 50 y ya... Y hay que aceptarlo, los 52 no aparentan ni cercano el horizonte. Envidio tu capacidad para vivir, para a pesar de todo ser quien eres.

Creo que si nunca fuiste la más cariñosa, jamás fuiste incapaz de querer. Con el paso del tiempo uno entiende en un "eres un arriado" un: Quiero que seas mejor; con el "baja ¡Ahora!" un: "la premisa de a velocidad y la atención implican cariño".

El tiempo te ha dejado marca, y somos muestra de ello. Tú eres la etiqueta que nos distingue y nos ha hecho hombres y mujeres de bien. El ocaso del hombre sólo se vislumbra en la cercanía al cansancio del alma, cuando te veo a ti mamá, estoy seguro de que es medio día y el Sol esta en mi casa.

Pd: Feliz cumpleaños mamá... ¿60 y ya?

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