domingo, 30 de agosto de 2009

Cambio...

Cambié los muebles de lugar un primero de septiembre, fuí a dormir, y al despertar estaban donde siempre. Por que acostumbro no cambiar, lo intento, lo quiero y lo logró en mi día a día... sólo para darme cuenta que regreso al mismo lugar.

Y es que es septiembre es mi mes más sano y más cruel; quien me lo iba a negar. Parece cercano mi recomienzo, mi refinal, mi plan de vida consiste llegar en despertar al próximo día.

Pero nada me vencerá, nada parece poder detener la suerte de aquellos que tienen sus objetivos claros, los míos se resumen en sobrevivir a mis propios actos. Cambié mi corazón de lugar, fui a dormir y de nuevo al despertar estaba donde siempre.

Recogí la carga, el arma y todo lo volví a encerrar. Estoy casi seguro que hay cosas destinadas a no cambiar. También estoy seguro que hay gente destinada a desafiar su naturaleza, su propia meta, su propio hogar.

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