domingo, 26 de julio de 2009

Ikarus...

La mano que acaricia tu ceja, el alambrado que rasga el traje sastre, el filo de tu boca asesina y tu memoria de elefante. Alta tensión, de todas tus fibras y todos los males, recargados, peligrosos, estancados en los peores lugares, siempre cercanos a un episodio de ira, duda o cualquierexcusaesbuena.

Tu corazón paranoico, mi destino divergente, tu agua con sabor a vino equivocado, las facturas de los actos no cobrados, el balance a mi favor.

No sabes perder. Si acaso la cabeza, pero no sabes perder. Y yo que quiero quedarme a tu lado, no se guardar la distancia del veneno adecuado, para cada paso para cada error, por cada disculpa por cada perdón. Quiero morirme en tus besos, en tu toque inflamable, bajo la luz de tu voz de alto voltaje. Quiero morirme en tus manos, derretir las alas por haberme acercado demasiado a tu sol.

1 comentario:

pamquibec dijo...

Y yo que no se perder y que ansió quedarme al lado... con la derrota masticada, con el sabor agridulce del veneno, y al lado... siempre al lado.