!Vámonos¡- Te dije. con toda la doble intención de la múltiple interpretación. Como se dice cuando se pregunta, se ordena, y se implora. Te pedía una huida, un escape, tal vez permamente del mundo, del tiempo, de tus cadenas y sus miradas.
Te pedí en gritos inaudibles, con discursos inentendibles, tu mano para correr de ella tomado, tu labio para hablarle despacio y tu tiempo para retenerte en mi espacio, tan lejos del cielo y tan cerca de mi mano.
No entendiste, o no supiste como actuarlo. Salimos como cualquier día en la monotonía, tú con tus ayeres acuestas, yo con mis mañanas lejanos.
domingo, 4 de enero de 2009
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