sábado, 27 de diciembre de 2008

Cansado...

Cansado de la desintoxicación involuntaria que acarrea el no encontrarte, del torcer el cuello de las hojas entre mis manos desesperadas, del intentar beberte en cada trago de agua y no saciar mi sed.

Te escribo con la más plena intención de hacer señales de humo, de llamar tu atención. Describo cada letra como la última y la primera, sigo encantado soñando con el primer beso, con el primer chispazo que no puede negarse sin dudarse.

Quiero que prestes memoria, a la atención adecuada, a verte sonreír, a dormir desvelada; a las caricias, a las mordidas, a la vida misma comiendo de nuestras palmas. A cerrar el mundo en un cuarto, donde nada existe más allá de tus brazos, de tu boca, y de los buenos momentos sin hablarnos.

Cansado de la desintoxicación no deseada por tus distancias mentales, que perturban mis noches, que alimentan mis plumas y sus sueños fugaces. Quiero recuerdes lo bueno, hagámoslo eterno y aprendamos de los males; robemos al tiempo segundos, a tu sonrisa momentos, a mi alma intentos y al cariño que te tengo... paciencia, como la del que vacía en gotero los mares.

1 comentario:

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.