¿Quién te dijo que me soltaras?
El tiempo.
¿Y desde cuando traes reloj?
El biológico.
No cuenta, y creo que no lo sabes leer.
Entonces mi mano hormigueante me pidió soltarte. Me duele.
Y cuando quererme no te ha lastimado?
Tal vez me estoy cansando de quererte a ese costo.
Pero tú no te cansas y yo no soy mortal. ¿Y aún así me sueltas?
Tal vez sea mi miedo jalando mis manos.
El miedo siempre te ha obligado a abrazarme.
Tal vez sea que no te callas.
¿Qué tiene que ver el audio con el acto? En ese caso mejor cúbrete los oídos.
¿Por qué tanto miedo a que te suelte?
Por que te darás cuenta.
¿De qué?
De que soy yo la que necesito de tu abrazo...
…
…
Bueno. La verdad es que quiero cambiar el brazo.
Y la verdad es que no quiero por que yo estoy cómoda así.
…
…
Y la verdad es que no te iba a soltar.
Y de verdad yo no te iba a dejar hacerlo.
domingo, 6 de abril de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario